Ni cuerpo que lo aguante.
La vida suele ser dura a veces, y demasiado diría yo. A veces te trata como si fueras la escoria del universo, como sí tu depresión ayudará a mantener el equilibrio en la galaxia.
Te hace sentir como si no hubiese salida, como si nadie te comprendiera, sola, triste, vacía.
Sientes como el dolor emocional corre por tus venas y te envenena cada día más, como poco a poco te sientes más inútil, fea, feliz.
Pero de repente, algo pasa y el karma se pone de tu lado.
Todo comienza a tener sentido otra vez, empiezas a entender por qué la vida es bella. Todo va mejorando poco a poco, o a veces tan rápido que crees que no es real, pero lo es.
Hace un año me sentía así, creo que fue el peor año de mi vida, simplemente sentía que no encajaba, ni en mi familia, en mi escuela, con mis amigos, en nada.
<<No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante>>
Lo leía alguna vez por allí, creía que era mentira.
Pero créanme, es verdad. El karma existe y es muy duro, no sólo cuando se trata de darte un castigo, sino también cuando te da un premio.
Lo acabo de comprobar, lo estoy comprobando.
Así que si alguna vez te sientes así, no desesperes, no durará cien años.
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